lunes, 8 de junio de 2009

Garoña: pros y contras

El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha decidido que la central de Garoña está en condiciones de seguir activa. Sus propietarios son Endesa e Iberdrola al 50%, quienes la explotan bajo la empresa Nuclenor.

Abierta en 1970, Garoña es la central más antigua de España y ha presentado un Plan integrado de evaluación y gestión del envejecimiento (PIEGE). La petición de prórroga es de 10 años, aunque el CSN no desvelará hasta el lunes los detalles del informe.

Soitu abordó hace poco el tema desde otros puntos de vista de los clásicos de yo soy nuclear y yo soy antinuclear.

Llama especialmente la atención el dato que da Luis Atienza, presidente de Red Eléctrica de España, conforme esta central representa un 1% de toda la potencia instalada en España. También pone en duda que se encarezca la factura eléctrica si se clausura.

Sin embargo, la Asociación de ingenieros Tecniberia se posiciona a favor de renovar la licencia con el argumento, entre otros, de que subiría la factura de la luz.

Por su parte, la AMAC, la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares pide que, independientemente de la decisión del CSN, se diseñe un plan económico alternativo para la zona.

Tras las explicaciones del CSN sobre las condiciones y plazos que deberá cumplir Garoña, este lunes también hay una convocatoria de cinco grupos ecologistas para dar su punto de vista.

El informe del CSN sólo sería vinculante si hubiera decidido clausurar la central. Ahora, la última palabra la tiene el ejecutivo y el plazo para decidir el futuro de Garoña acaba justo en un mes, el próximo 5 de julio. Cabe suponer que será un mes de presiones intensas.

Hay diferentes opiniones al respecto:

—¿Qué implicaría el cierre de Garoña para el suministro eléctrico del país? ¿Cómo se sustituiría la electricidad que dejaría de inyectarse a la red?

—Luis Atienza, presidente de Red Eléctrica de España (REE), el operador del sistema eléctrico del país: "Garoña son 466 megavatios (MW), esto supone un 1% de toda la potencia instalada en España, no es una pieza irrenunciable en cuanto al sistema, pues no hay una falta de generación. El debate es otro. ¿Con qué tecnología podremos sustituir al año que viene los cerca de 4.000 GWh que genera? ¿Con eólica? No, porque ya tiene prioridad y se aprovecha al 100%, tenemos los planes de desarrollo eólico al máximo. ¿Con hidráulica? Tampoco, porque ya la aprovechamos al máximo; a no ser que hiciéramos más embalses. Hay que hacerlo con tecnologías térmicas: de carbón o de ciclo combinado [gas], dependerá del precio. Esto tendrá un coste en emisiones [responsables de cambio climático] y de importaciones. El debate no es extensión de vida nuclear o más renovables, sino extensión de vida nuclear o más gas. Y esto es una decisión política". ¿Es cierto cómo se ha asegurado desde la industria nuclear que el cierre de Garoña puede aumentar un 10% la factura de la luz? "Quién lo haya dicho que lo explique", afirma con gesto de incredulidad.

—¿Qué pasaría con la gente de la zona? ¿Puede ser un grave problema para el empleo un hipotético cierre de Garoña o la concesión de un permiso menor a los diez años solicitados por Nuclenor?

—Carlos Martínez Camarero, responsable adjunto del Departamento Confederal de Medio Ambiente de CCOO: "Algunos medios han dicho que se perderían mil empleos, pero nosotros tenemos otros datos. Estimamos que entre los de plantilla y las contratas, la central da trabajo a unos 450-500 personas. Esto puede aumentar durante la recarga de combustible, pero sólo durante dos meses al año. En general, el sector nuclear no emplea hoy a demasiada gente, y desde luego a mucha menos que las renovables (aunque es cierto que cuando comenzaron a construirse las nucleares también había más empleo). Por la experiencia que tenemos con el cierre de Zorita y de Vandellós I, la pérdida de estos puestos puede compensarse de forma que no se quede nadie en paro. Estas son empresas grandes con capacidad para recolocar a la gente. Además, esta no es una instalación como cualquier otra: Cuando tras casi una década del cierre de Vandellós I se aprobó el plan de desmantelamiento y confinamiento de los residuos radiactivos, aún trabajaba en la empresa el 33% de la plantilla (300 trabajadores). Y en el periodo de desmantelamiento 1998-2003 trabajaron 2.700 personas de 63 empresas. Es cierto que como cualquier otra industria, puede crear cierta dependencia en la zona y afectar de forma indirecta a otros negocios, por eso hemos pedido que si se cierra se ponga en marcha un plan de desarrollo socioeconómico. Pero, aún así, esto no está tan aislado como lo estaba Zorita, y allí no hubo problemas. De hecho, las organizaciones de CCOO en Castilla y León, La Rioja y País Vasco se han manifestado a favor del cierre".

—¿Se debería cerrar por cuestiones técnicas? ¿Es la planta de Garoña demasiado antigua como para prolongar su funcionamiento?

—César Dopazo, doctor ingeniero aeronáutico y mecánico, miembro de la Real Academia de Ingeniería (RAI), y ex director del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT): "Garoña pertenece a la primera generación de centrales nucleares de los años 60-70 años. Siendo una tecnología antigua, ha funcionado bien y ha estado bien gestionada. Hay consenso en el sector de que se ha trabajado con ella de forma ejemplar. Las centrales envejecen, como los humanos, y hay que estar haciendo inversiones continuamente para que sus sistemas estén actualizados y no disminuya su seguridad. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es el que debe pronunciarse: Si a los propietarios les compensa realizar las inversiones necesarias para que siga siendo totalmente fiable, entonces se les debe dar esta opción. Es cierto que cuando se construyeron estas centrales se hablaba de 30-40 años de vida, pero ya hay plantas de esta misma generación en EEUU a las que se ha prolongado la autorización de funcionamiento hasta los 60 años, como Oyster Creek".

—¿Qué supondría el cierre de Garoña para las renovables? ¿Es cierto, como ha asegurado la industria nuclear, que el mantenimiento de las centrales como Garoña resulta clave para que sigan creciendo las energías renovables?

—José María González Vélez, presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA): "No veo por qué sería así. Son falsas muchas de las cosas que se están diciendo. Las nucleares no regulan, pues no pueden parar o comenzar a funcionar de pronto cuando hay exceso o falta de renovables (como sí ocurre con las plantas de gas). Hoy en día, Garoña no hace falta en el mix energético porque tenemos potencia de sobra, otra cosa es que el Gobierno crea interesante mantenerla, y desde luego para los propietarios es un gran negocio. Nosotros no decimos ni que se cierre ni que se prolongue el permiso de Garoña: No es nuestro problema. Nosotros lo que queremos es que se cumpla el objetivo europeo de que en el año 2020 un 20% de la energía sea renovable y no nos permitimos el lujo de decir al resto como debe ser el otro 80%. Por eso no entendemos algunas de las afirmaciones que están realizando los nucleares sobre las renovables: No es cierto que las renovables sean más caras. Hay que ver todos los costes. Por qué las nucleares tienen limitada su responsabilidad civil en caso de un hipotético accidente, quizá por qué nadie les quería asegurar. Que no nos metan en medio a nosotros. Que no nos utilicen. Para nosotros es muchísimo más interesante el tener conexión con Francia, y así también con el resto de Europa".

1 comentario:

  1. Muy buen articulo.
    A ver si cierran ya Garoña, aunque con el PP en el poder... Dificil lo veo.

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