lunes, 6 de abril de 2009

El MIT construye virus para que construyan baterías

Nadie puede negar que los investigadores del MIT (Instituto tecnológico de Massachusetts) hacen sus deberes y les sobra tiempo e intelecto para las ideas más alocadas. La última de ellas: quieren poner a los virus a fabricar baterías para abaratar costos.

El grupo del MIT ha diseñado una batería donde los virus son los responsables de construir los ánodos y cátodos, siendo el cátodo el electrodo negativo de una célula electrolítica hacia el que se dirigen los iones positivos o cationes y el ánodo el lado positivo hacia el que se dirigen los iones negativos o aniones.

Si la idea da buenos resultados, estaríamos frente a la posibilidad de una gran reducción de los costos de fabricación de las baterías de ion litio, pues la creación de virus y otros microorganismos en laboratorio es una tarea relativamente sencilla gracias al avance de la bioingeniería.

¿Como trabajarían los virus? De la siguiente manera: Se trata de virus genéticamente modificados por los investigadores para que sean capaces de secretar proteínas especificas. Luego estas proteínas reaccionarán con ciertos químicos introducidos en el ambiente para dar creación a complicadas estructuras (Recordemos que las proteínas son grandes moléculas muy eficientes a la hora de crear nuevas estructuras, entre ellas nada menos que la vida humana)

Volviendo a los virus, para la fabricación del cátodo el virus atrae y liga fosfato de hierro y luego nanotubos de carbono, creando una cadena de material conductivo. Para los ánodos el virus extrae óxido de cobalto y partículas de oro para formar un nanocable.

Con esta tecnología para construir ánodos y cátodos con utilización de virus los investigadores del MIT han logrado por ahora fabricar una batería del tamaño de una moneda capaz de hacer funcionar una calculadora. Los investigadores aseguran que utilizando la misma técnica un poco más perfeccionada se podrán realizar grandes baterías, incluso para los vehículos eléctricos.

Lo revolucionario de este descubrimiento es que la utilización de virus como mano de obra puede hacer que los costos de fabricación de baterías bajen notoriamente.

La idea, detrás de las bioingeniería es que las bacterias, virus y otros microorganismos realmente son fábricas químicas. Estos comen y después de un proceso metabólico secretan cosas. El vino, el queso la cerveza y hasta los antibióticos, son bajo esta luz, productos del trabajo de estos microorganismos, entonces ¿porque no ponerlos a trabajar en baterías?


Fuente: Erenovable

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