miércoles, 21 de enero de 2009

Listado de las mejores energías alternativas

El estadounidense ingeniero Mark Jacobson, de la Universidad de Stanford, ha valorado las distintas fuentes de energía renovable según su huella ecológica, su impacto sobre el calentamiento global terrestre y sus beneficios para la salud humana. Y ha elaborado un interesante ranking que sitúa a la energía eólica como la más deseable.

El segundo puesto lo ocupa la energía solar concentrada (CSP), seguida de la energía geotérmica, la energía mareomotriz, los paneles solares fotovoltaicos y, en sexta posición, la energía de las olas o undimotriz.

Jacobson, que publica sus conclusiones en el último número de la revista Energy and Environmental Science, asegura que “las buenas alternativas energéticas no son aquellas de las que más se ha estado hablando”. “La filosofía de que debemos probar de todo un poco es errónea”, añade. Y recomienda "centrarnos en las tecnologías que proporcionan los mayores beneficios ahora que sabemos cuáles son”.

De su análisis también se desprende que los biocombustibles basados en etanol causarían más perjuicio a la salud humana, a la biodiversidad y al suministro de agua que los actuales combustibles fósiles.

En cuanto a la nueva generación de vehículos ecológicos, el investigador concluye que la mejor opción es el uso de baterías eléctricas como fuente de alimentación, seguidas de cerca por las pilas de hidrógeno.

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Madera Líquida: el plastico del futuro

El plástico fué una de las grades innovaciones del siglo 20, pero científicos alemanes han hecho un nuevo invento, la madera líquida, que pronto podría suplantar a otros productos químicos de utilidad diaria.

Aunque haya resultado ser sumamente útil en el mundo moderno, el plástico todavía tienen puntos negativos. No es biodegradable y puede contener cancerígenos y otras sustancias tóxicas que pueden causar cáncer. A lo demás está basado también en el petróleo, un recurso no renovable que pronto será más difícil de adquirir. Los aumentos del precio de petróleo crudo llevan a subidas paralelas del precio de plásticos. Pero hay una nueva invención química que podría elimiar estas preocupaciones durante los próximos años.

Norbert Eisenreich, un investigador senior y el director del Instituto de Fraunhofer para la Tecnología Química (ICT) en Pfinztal, Alemania, dijeron que su equipo de científicos ha creado una sustancia que podría sustituir el plástico: Arboform - básicamente, madera líquida.

Es sacado del lignin (sustancia a base de pulpa de madera) y puede ser mezclado con otros materiales para crear una alternativa fuerte, no tóxica, a plásticos a base de petróleo, dijo Eisenreich, según la agencia de noticias DPA.

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martes, 20 de enero de 2009

Historia de los sistemas economicos (II)

Los primeros sistemas económicos monetarios, surgieron con el auge de las primeras grandes civilizaciones: Fenicia, Grecia, Roma, Egipto y Babilonia fueron las primeras sociedades en estructurar un sistema económico monetario. Este sistema era una variación del trueque, en la cual en vez de cabiar directamente productos y servicios, se intercambiaban monedas, con un valor determinado. De hecho lo que realmente daba valor a la moneda, en sus inicios, era el material en el que estaba hecho, y la cantidad de éste que contuviera. Así tenemos que las primeras monedas eran de cobre, plata u oro, siendo en este orden el incremento de su valor. Pero aún así la economía estaba basada, practicamente, en una desarrollada agricultura y ganadería, de la cual el rey o terrateniente se quedaba una gran parte en forma de impuestos o tributos. El aumento del tamaño de las problaciones y la centralización del sistema político dejó el poder menos repartido, de tal manera que una sola persona podía atesorar un gran poder. Evidentemente esto no se justifica por si solo, así que siempre las clases dirigentes de todas las sociedades se han puesto como descendientes directos o indirectos de los dioses. Esto justificaba su posición elevada sobre el resto del pueblo, el cual tenía que pasar hambre y escasez para poder mantener la opulencia de sus jerarcas. Este sistema realmente se mantuvo en todas las grandes civilizaciones, hasta la revolución francesa. En estos inicios de la economía, una parte importantísima de la economía eran los esclavos, ya que permitian una cantidad ingente de trabajo a un coste nulo. Esto permitió el desarrollo de estas civilizaciones, basado también en la expropiación a los pueblos invadidos.

En la época Medieval la cosa no mejoro mucho. Entre todas las actividades económicas la agricultura fue la que predomino en forma casi total durante toda la edad media. La tierra pertenecían a los señores feudales y eran trabajadas por los siervos de gleba. El régimen de la esclavitud era reemplazado por el de la servidumbre y estos se diferenciaban de los esclavos porque tenían personalidad legal y podían disfrutar de las propiedades privadas, pero no tenían incentivos para incrementar el rendimiento de la tierra, el error inicial de los señores feudales fue el de explotar a el campesino en vez de ayudarlo a explotar la tierra.

En estos periodos el gran poder que adquieren los señores feudales es tal, que los grados de corrupción existentes son, quizá, los mayores de toda la historia. La diferencia entre la clase gobernante y los campesinos era abismal. En esta sociedad, y con el nacimiento de grandes ciudades, empezaron a surgir los primeros vagabundos. Un efecto colateral que se mantendrá hasta nuestros días. La vida de los que no tienen dinero, ni forma de conseguirlo.

Continuará......

Crisis y emisiones de CO2

Es curioso, e irónico, cuanto menos, que durante años la industria haya presionado contra la limitación de emisiones de dióxido de carbono que imponía el Protocolo de Kioto. Sin embargo la crisis económica ha dado una vuelta de tuerca interesante a este respecto.

La industria pesada, especialmente la ligada al sector de la construcción (azulejeras, ladrilleras, cementeras...), ha vendido los derechos de emisión de entre 20 y 25 millones de toneladas, con lo que han ingresado entre 400 y 500 millones de euros, según la estimación de Ismael Romeo, director general de Sendeco2, la bolsa española de CO2. Algunas empresas han evitado el cierre y mantenido una actividad testimonial para poder vender los derechos de emisión, ya que los perderían si suspendieran pagos.

Evidentemente al vender menos, han de producir menos, con lo cual la producción de gases de efecto invernadero se ve claramente afectada, reduciendose drásticamente. Resulta curioso que el mejor remedio para que las empresas cumplieran el tratado de Kioto haya sido la crisis económica (no todo iba a ser malo). El echo de que los bancos no concedan créditos ha sido uno de los puntos también determinantes:

Jordi Ortega, del grupo de trabajo de cambio climático de la Universidad Carlos III, coincide: "La crisis de liquidez del sector financiero convierte las emisiones en una fuente para lograr liquidez. Es mucho más rentable vender emisiones al contado que pedir un préstamo".

Pero no todo son buenas noticias para las empresas. El exceso de oferta amenaza con hundir el precio del CO2, que estaba a 29 euros en julio y ahora ronda los 12 euros.

El año pasado el Ministerio de Medio Ambiente regaló, entre un millar de industrias, 100 millones de toneladas en derechos de emisión de CO2. El objetivo era que los réditos de ese exceso de emisiones se invirtieran en tecnología para emitir menos en el futuro. El tiro por la culata. Ese regalo del ministerio ya no irá destinado a dedicar recursos e inversiones para recortar las emisiones de CO2. En el mejor de los casos servirá para impedir que decenas de industrias tengan que cerrar. En el peor de los casos irá a manos de especuladores o será un codiciado botín por el que puede merecer la pena coger el dinero de la venta de derechos y cerrar el chiringuito.

En fin... vivir para ver....