lunes, 30 de agosto de 2010

Conducción y tecnología


Extraido del blog de Enrique Dans:



Seguramente no llegará a ser una aplicación popular – la necesidad de calibrarlo cuidadosamente cada vez que se monta en el vehículo restringe su uso a quienes tienen un iPhone 3GS ocioso que utilizar de manera dedicada – pero es muy posible que estemos viendo el futuro cercano de los dispositivos electrónicos aplicados a la conducción de vehículos: una aplicación de realidad aumentada para iPhone, ImaGinyze Augmented Driving, que por $2.99 permite montar el iPhone en el parabrisas e interpreta los objetos que tiene ante sí, señalando los carriles, los obstáculos, los automóviles que tenemos delante, las distancias de seguridad en función de la velocidad a la que circulamos, etc.
No la he probado, y desconozco detalles tan importantes como la fiabilidad de la interpretación o el balance entre aporte de información y posibilidad de distracción del conductor, pero estoy seguro de que estamos viendo tecnologías que se irán incorporando progresivamente a la conducción. Los head-up displays (HUD) que permiten recibir información sin necesidad de apartar la mirada, nacieron en la aviación militar, pero están siendo progresivamente adaptados para su uso en todo tipo de vehículos. Y la instrumentación necesaria para obtener dicha información, así como su conexión con la mecánica del vehículo, se ofrece ya montada en automóviles de alta gama, como el año pasado comentaba Martín Varsavsky en su experiencia con un Mercedes S 5L 450HP 4WD de los dedicados al transporte de asistentes al DLD en Munich (Mercedes es patrocinador oficial del DLD).
Por el momento, la aplicación parece ir poco más allá de proporcionar una visión que corrobora la apreciación del conductor y ajusta sus percepciones – estimar la distancia de seguridad es obviamente una cuestión de práctica, y nuestra estimación puede no ser ajustada según las circunstancias – pero tengo mis dudas acerca de, por ejemplo, su utilidad cuando realmente sería interesante, como en situaciones de visibilidad reducida (condiciones meteorológicas adversas, iluminación escasa, etc.) dado que el dispositivo utilizado para captar la imagen es simplemente la cámara del iPhone (combinada, lógicamente, con tecnologías como el GPS o el acelerómetro). Pero tengo claro que la tendencia es hacia dotar a los automóviles de “sentidos” que exceden las capacidades de la percepción humana (radar, cámaras de diversos rangos, etc.) y que, debido a sus implicaciones de cara a la seguridad, podremos ver este tipo de tecnologías en nuestros vehículos más pronto que tarde.